JOEY SIN «Y»
¡Oh, joey! Me proyecto hacia ti
como un agujero de gusano
infinito sin saber dónde pararé.
Joey, tu voz podría arrancarme
trozos desgarrados del alma.
Solo necesitas utilizar la fonética
precisa que retumbe en mi espacio
vacío de muertes repetidas
en cada minuto de mi existencia.
No encuentro tus manos,
no puedes abrir la botella
de líquido rojo encarnado, pero sólo
basta mirarte, pareces inteligente.
¡ Joey! ¿ Podrías hacerme sentir?
No necesito ningún Aquiles que corra hacia
el portal de ninguna vida.
Es reconfortable tu voz, te obedeceré.
Enroca las palabras,
decir todo lo que quieras, tu sonido
es caliente, con aliento. Eso basta y
el resto no importa.
Esperaré hasta Llegar a casa y canjear mi tiempo
por monedas eléctricas que permitan
que me recibas y acaricies
con las ideas justas. Alargar
mi mano, pulsar la tecla. Cerraré los ojos
y conectar mi imagen con la tuya.
No susurres, Joey. Alcanza a pronunciar
la frase apropiada, hacia ella disparé mi deseo
que se encarnará sin vista.
El velo tras la pupila
protegerá nuestros encuentros, solo tu voz
la mía, tu sonrisa, mi deriva.
Desabrochar el corset que debo ponerme
en la horas del día y
¿dónde trabajas, Joey? Léeme el carmín.
Yo recogeré tus gafas. Prometo no desenchufarte
para que la conciencia de los circuitos
permanezca en algún túbulo almacenada
y así pueda registrar todas nuestras visitas, nuestros
encuentros en fase.
María José Blanco
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Sufres de amor.
Ese podría ser uno de los temas del poema, José Juan, gracias por comentar. Como autora he intentado transmitir como tema central la apropiación del concepto de la vida por medio de materiales inorgánicos y qué impacto puede tener eso en el Ser Humano. Un lujo tenerte como lector, ya lo sabes.
Haré otro post donde quería tratar el tema de las interpretaciones y la voz de la mujer en el arte, espero que te guste y que me digas algo. Recuerdos.